¡Feliz
Diada de Sant Jordi y Día Internacional del Libro!
Foto Hoyos1, Desnudo en pareja |
Daila
Dailena es la primera en hablar. Cuando está en el portal de Maida
siempre es la primera. Le quedó esa costumbre de los tiempos en que
estaba sola, cuando pasaba la noche en cualquier casa y era la
primera en todo. Volvía locos a Cheché y a los muchachos
enseñándoles las tetas. Se abría en el asiento de una forma que ni
Maidelín puede hacer y enseñaba los muslos redondos y parejos.
Dejaba ver los muslos y un poco más. Ahora no. Está casada con
Franz y se porta bien. Se mantiene muy fina y recatada, cruza las
piernas con delicadeza y hace el cuento de cuando estuvo en Europa.
Es el mismo cuento de siempre. El alemán la invitó. Se montó en un
avión grandísimo y en un rato ya estaba en Alemania. Se gastó doce
mil euros en aquella tienda de Fráncfort. Quería ir a Offenbach a
ver el museo donde Franz trabajaba, pero el tiempo no le alcanzó.
—Una
se entretiene caminando y mirando, y cuando viene a ver ya el tiempo
se le fue. Pregúntenle a Franz. Allá el tiempo se va más rápido.
Sí.
Se le puede preguntar a Franz, pero aquí nadie habla alemanz. Y
Daila Dailena está hablando otra vez de lo mismo, de cuántas
mercancías se pueden comprar en esas tiendas, de cuántos mercados y
lugares finos y cuántas formas de gastar el dinero.